People’s Global Action

“-When the human rights are at the stake, what do we do?

-Stand up and fight back”

(- Cuando los derechos humanos peligran ¿qué hacemos?

–Levantarnos y luchar)

Ésta fue una de las diversas consignas que un centenar de personas de múltiples orígenes y tierras de acogida gritamos el 2 de octubre por las calles de Nueva York.

Representantes de movimientos sociales, asociaciones de la diáspora, ONG, plataformas, etc., de los cinco continentes se manifestaron en el puente de Brooklyn, como parte de los eventos preparatorios del Diálogo de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el Desarrollo que se está llevando a cabo en la sede de Naciones Unidas el 3 y el 4 de octubre.

La manifestación fue especialmente significativa por dos motivos: en primer lugar, porque a pesar de la diversidad de procedencias y de las problemáticas de cada persona y territorio, vivimos una muestra más de que la lucha ya no sólo es local, sino que ha alcanzado dimensión global.

Los mensajes, expresados en unas 5 o 6 lenguas diferentes, eran los mismos: queremos que los derechos humanos sean la base de cualquier política que se lleve a cabo en cualquier lugar del mundo. Queremos que se acabe con la impunidad, la corrupción, las deportaciones, las violaciones de derechos y la trata de seres humanos. Y queremos más justicia, transparencia, coherencia de políticas y equidad. Y no hace falta ser lingüista para darse cuenta de ello.

Una vez más, queda claro que la lucha ciudadana por un mundo mejor no tiene fronteras.

En segundo lugar, fue también significativa por lo simbólico: pancartas y mensajes atravesaron un puente, que es la representación más clara de lo que pretendemos desde los movimientos a favor de la migración y el desarrollo: que no haya muros sino puentes entre nosotras.

Y todo ello, con la mirada de la Estatua de la Libertad a lo lejos, un regalo europeo a los USA que, desde que llegó a NY, no ha cesado de ser testigo de la llegada de millones de personas a esta tierra buscando un futuro mejor para sí mismas y para sus familias.

Como decían ayer: “no somos 1, no somos 100, somos millones, cuéntenos bien”. Queremos contar y que nos tengan en cuenta. Los discursos del día 3 y el día 4 estarán muy bien para asentar los principios teóricos e intentar fijar una agenda para los próximos 5 años e, incluso para que los gobiernos que quieran hacerlo, escuchen a representantes de la sociedad civil con todo el espacio de crítica (mínima) que es posible en un entorno como este.

Y como sociedad civil, nuestra responsabilidad es estar ahí, hablar, escuchar y apuntar sus promesas. Pero también en la calle, y en las administraciones e instituciones varias, en las ONG, en las escuelas, en los centros de investigación, en las organizaciones de base y en todas partes, para asegurarnos de que rinden cuentas de esas promesas.

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta