Ecuador : ¿Denuncias una violación o abortas?

El presidente Rafael Correa reacciona ante esta realidad con un discurso amenazante y disciplinador, que afecta fundamentalmente a las asambleístas mujeres que, con Paola Pavón al frente, posicionaron la propuesta de despenalización el aborto en caso de violación, apelando a la posibilidad de votar de acuerdo a su conciencia individual.

La propuesta que manejó el FEDDSDR fue la despenalización del aborto en caso de violación a todas las mujeres que así lo decidieran, y no solamente para aquellas con discapacidad mental. Esta propuesta nace de la constatación cotidiana del drama que significa para una mujer violada continuar con el embarazo y “parir el hijo del violador”. No estamos planteando que la mujer con esta despenalización sea obligada a abortar, más bien se trata de un recurso legal que permite que, aquella mujer que decida interrumpir el embarazo, pueda hacerlo de manera legal, segura y gratuita en el sistema público de salud.

Partiendo de la realidad, sabemos que en el Ecuador violan a las mujeres, y producto de este delito se embarazan entre un 16 y 30%, según estudios de países en los cuales el aborto es legal.[1] Actualmente, se sabe que una de cada cuatro mujeres en el Ecuador ha vivido violencia sexual  (INEC 2012) y se conoce cómo esta situación afecta la vida de niñas, jóvenes, adultas y mujeres de todas las condiciones, en especial a las más pobres.

El embarazo en niñas entre 10 y 14 años aumentó en un 78% en los últimos diez años en el país (INEC, 2012). El número de niñas entre 10 y 14 años en el Ecuador es de 756.365, en el año 2010, según el INEC. En el país 3.684 niñas de entre 12 a 14 años fueron víctimas de violencia sexual en el 2010, lo cual representa 10 denuncias diarias  (INEC 2012). En esta cifra no están las niñas cuyas edades están entre 10 y 12 años.

En el país hay  4.239.880 mujeres en edad fértil o sea aptas para procrear, que representa el 29.3%[2] de la población total, si una de  cada cuatro de estas mujeres ha sufrido violencia sexual, esto quiere decir que 1.059.970 mujeres han pasado por esta experiencia dolorosa. Un millón y más mujeres violentadas sexualmente y no sabemos cuántas fueron violadas con un embarazo como consecuencia.

El promedio de violaciones denunciadas ante la Fiscalía oscilan en un rango de 10 a 14 violaciones diarias en estos últimos cuatro años. Es decir, el embarazo producto de una violación es una realidad en el Ecuador a  la que el estado da respuesta en un 0.98% de casos de mujeres ecuatorianas, que corresponde a las que tienen alguna discapacidad mental.

Esta realidad es particularmente grave para las mujeres más pobres del país pues ellas no tienen la posibilidad de solucionar un embarazo violento con una interrupción segura y gratuita en el sistema de salud, debido a que no tienen ni los recursos y ni la información necesaria.  Entonces, vemos que es un problema de justicia social y de salud pública, pues las mujeres pobres están expuestas a riesgos innecesarios debido a la ilegalidad e inseguridad de la práctica.

Se han dicho muchas cosas en este debate, que las mujeres van a mentir para acceder a un aborto, que hay que comprobar la violación, que los hombres también son violados, en fin… Ha salido a flote, cual excremento sobre el agua, las diferentes expresiones de misoginia presentes en la sociedad y en los grupos antiderechos.  La verdad es que las mujeres reivindicamos nuestro derecho al Sumac Kausay en una sociedad que nos excluye de los beneficios del progreso científico, de la progresividad de las leyes que se construyen o se reforman, que nos humilla y nos arrinconan en una esquina de la violencia patriarcal.

Pedimos que actualicen un Código Penal que en ese artículo tiene 75 años. Artículo anacrónico, que no se corresponde con los mismos programas y estrategias que tiene el gobierno para enfrentar la violencia sexual. Las ventajas de despenalizar el aborto por violación, implican que las mujeres no tendrán que escoger entre denunciar la violación y abortar, serán acogidas en el sistema de protección del estado tanto en salud como en la administración de justicia, disminuirá la impunidad porque el violador será identificado a través del examen de ADN,  no serán convertidas de víctimas a delincuentes y sobre todo habrán podido decidir sobre su cuerpo, primer territorio, morada y única propiedad de los seres humanos.



[1] Sharon Phelan, MD. Miembro del Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos ACOG. Una violación no disminuye las probabilidades de embarazo: expertos especialistas contradicen la declaración del republicano ToddAkin de que una violación raramente resulta en embarazo. http://mexico.cnn.com/salud/2012/08/22/una-violacion-no-disminuye-las-probabilidades-de-embarazo-expertos

[2]INFORME DESCRIPTIVO NACIONAL. Ministerio de Salud Publica del Ecuador. Instituto de Investigación Cuantitativa para el Desarrollo Económico y Social.

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