Violencia contra las mujeres en la Franja de Gaza tras la Operación del Ejército israelí Margen Protector 2014

Esta investigación, coordinada y dirigida por Action Aid y Alianza por la Solidaridad y realizada por Catherine Müller y Laila Barhoum, muestra la problemática de la prevalencia, incidencia y tipos de violencia contra las mujeres (VCM) en Gaza después de la última operación del ejército israelí Margen Protector en verano de 2014. El estudio realiza recomendaciones sobre qué servicios pueden ofrecerse para proteger más adecuadamente y ayudar a las mujeres sobrevivientes de VCM, así como las intervenciones que se pueden planificar para abordar actitudes y generar cambios de comportamiento para reducir la VCM.

Según los principales resultados del estudio, financiado por la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID), la mayoría de la violencia contra las mujeres fue perpetrada por sus maridos o familiares en el seno del hogar (tal y como ocurre en la mayoría de situaciones de conflicto y crisis). El 39,6 por ciento de las mujeres entrevistadas en el estudio experimentaron al menos un tipo de violencia por parte de la pareja o familiar (entendida ésta como actos de violencia física, sexual, emocional u otras formas llevadas a cabo contra una mujer casada o no por parte de la pareja o familiar con quien convive, tanto en el seno del hogar como en el espacio público) desde la finalización de la operación militar israelí de 2014. El 19 por ciento de ellas sufrieron violencia sexual. Más del 63 por ciento de las mujeres que experimentaron violencia por parte de la pareja o familiar informaron haber sido víctimas de diferentes tipos de violencia. La situación de desplazamiento durante las hostilidades en 2014 estaba relacionada de forma considerable con una alta probabilidad de sufrir violencia por parte de la pareja o familiar, particularmente emocional y física. La violencia psicológica o emocional es la más prevalente (28,2 por ciento), seguida de la económica, física, actitudes de control y violencia sexual.

Si bien el uso de mecanismos de ayuda formal e informal ha incrementado en los últimos años, la estrategia más frecuente de manejar la situación por parte de las mujeres es tratar de solucionar el problema ellas mismas;  alrededor del 28 por ciento de las mujeres no hablan con nadie del tema. Los centros de salud y las clínicas son el primer recurso externo de apoyo al que acuden las mujeres (un 17,1 por ciento de mujeres acudieron al centro de salud).

Las mismas mujeres identifican una vinculación importante entre la violencia política de la ocupación israelí y la violencia contra las mujeres, así como entre los sentimientos de estrés-depresión de los maridos y el grado de exposición a violencia contra las mujeres. La violencia aumentó 11 meses posteriores de la operación militar israelí, en comparación con los 12 meses anteriores; 33 por ciento de las mujeres dijeron haber sufrido violencia antes, comparado con 37,7 por ciento que dijeron haberla sufrido después. Un 22,3 por ciento sufrió violencia durante la guerra. Un 7.6% de las mujeres que afirman haber sufrido violencia por parte de la pareja o familiar, la han experimentado desde el estallido de la guerra del verano de 2014 y un 2.7 por ciento la sufrieron exclusivamente y de forma temporal durante la guerra. Algunas de las mujeres entrevistadas indicaron que los niveles de VCM disminuyeron levemente durante la guerra, con la excepción de los refugios, donde tuvieron lugar violaciones.

Las principales recomendaciones del estudio son:

  • Diseñar respuestas multidimensionales y multisectoriales que incluyan perspectivas de todo el ciclo vital, estrategias de desarrollo en equidad de género para niñas , niños, mujeres y hombres, educación participativa y movilización comunitaria que tengan en cuenta las normas de género y actitudes a nivel familiar y comunitario, así como estrategias políticas para modificar sistemas desiguales de las instituciones estatales mediante alianzas.
  • Desarrollar actividades de sensibilización para diferentes grupos, con hombres y mujeres, combinando actividades educativas con ocio, utilizando los medios de comunicación para sensibilizar sobre los derechos de las mujeres, roles de género y violencia contra ellas.
  • Todo ello combinando las intervenciones con ayuda psicológica, financiera y legal, así como empoderamiento económico para proporcionar a las mujeres con opciones reales y reducir la dependencia.
  • Incluir las áreas remotas en las intervenciones sobre prevención y respuesta a la VCM
  • Realizar acciones de incidencia contra el matrimonio infantil, especialmente para que la edad legal de matrimonio sea aumentada.
  • Fortalecer la coordinación entre actores estatales, no gubernamentales e internacionales para mejorar los sistemas donde los programas de desarrollo y ayuda humanitaria puedan trabajar de manera conjunta sin necesidad de interrumpir uno a costa de los otros.

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