300 ONG reclaman a los líderes mundiales acciones globales en las que cuenten con organizaciones de la sociedad civil para superar la crisis

El mundo enfrenta un momento de crisis sin precedentes. La pandemia de Covid-19 está teniendo grandes impactos en el tejido social, económico y ambiental más amplio de nuestro mundo y la respuesta debe ser conjunta y solidaria. Así lo defiende la iniciativa internacional a la que se han sumado cerca de 300 organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo para demandar a los gobiernos su compromiso.

Las acciones dentro de la campaña van desde envío de cartas a dirigentes políticos, la firma de un manifiesto público o mensajes en las redes sociales bajo la etiqueta #StrongerTogether, que comienza hoy 22 de mayo.

Dado que la respuesta global a la pandemia no debe dejar a nadie atrás, se hace un llamamiento a los gobiernos de Naciones Unidas y del G20 para que lideren un proceso multilateral que garantice que haya fondos suficientes disponibles a través de la OMS y los Estados destinados a la prestación de asistencia sanitaria universal gratuita, asistencia social y apoyo a los afectados en todo el mundo. Acceder a estos recursos debe hacerse por igual, independientemente del estado legal, la edad, el género, la discapacidad o la identidad de las personas y el proceso debe ser transparente, inclusivo, equitativo y responsable.

Las organizaciones piden la cancelación inmediata de la deuda externa, mecanismos de alivio de la carga financiera e inversiones de ayuda a gran escala para financiar la prestación de estos servicios y para que los bancos centrales proporcionen recursos y liquidez a los gobiernos de manera coordinada.

La ONU y los gobiernos deben identificar con urgencia medidas de apoyo a aquellos que están en una posición económica frágil y establecer un fondo de recuperación global, pero las organizaciones de la sociedad civil y las personas voluntarias tienen un papel fundamental para garantizar que nadie quede atrás y debe contarse con su participación. Conviene recordar que hay miles de voluntarios en el mundo suministrando alimentos vitales, materiales médicos y provisiones básicas a los afectados.

Una respuesta conjunta enfocada en los Derechos Humanos

Al mismo tiempo, desde Alianza por la Solidaridad – Action Aid se espera que los líderes garanticen un apoyo coordinado en la acción a nivel local y regional de las organizaciones porque esta pandemia afecta especialmente a las comunidades empobrecidas, personas mayores, mujeres y niñas y poblaciones refugiadas y desplazadas. Todo ello con el imprescindible enfoque centrado en los derechos humanos y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La campaña #STRONGERTOGETHER reclama el papel de las organizaciones de la sociedad civil en las iniciativas de respuesta y recuperación ante la pandemia. Es fundamental que se faciliten fondos para que las ONG puedan continuar su trabajo donde son más necesarias, garantizando así que se mantenga el foco en los derechos humanos, que en algunos países están siendo vulnerados.

Las organizaciones firmantes recomiendan, además, que todos los fondos relacionados con Covid-19, incluidos los de las Naciones Unidas, apliquen una perspectiva de género e incluyan un marcador para monitorear sus implicaciones en un avance hacia la igualdad de género. En este sentido, es fundamental que los gobiernos respeten los compromisos financieros y políticos con respecto a la salud y los derechos de las niñas y las mujeres, así como impedir que esta crisis revierta los logros obtenidos con tanto esfuerzo en este tema.

Para las 300 organizaciones firmantes cualquier estímulo económico, como los que se están aprobando estas semanas, debe garantizar que la economía de la ‘nueva normalidad’ sea sostenible y justa, sin subsidios a combustibles fósiles y generando millones de empleos sostenibles. Existe un gran riesgo de que se vuelva a la situación anterior, pero los ODS deben ser la hoja de ruta para un futuro que no deje a nadie atrás. De igual modo, los paquetes de estímulo económico que se están aprobando deben cumplir las obligaciones adquiridas en el Acuerdo de Paris.