Un terremoto de magnitud 6,1 sacudió la región central de Afganistán la madrugada del 22 de junio. El seísmo ha causado al menos 1.000 muertes, más de 1.500 personas heridas y unas 30.000 afectadas más.

ActionAid está apoyando a las familias en algunas de las zonas más afectadas. En concreto, las provincias de Paktika y Khost, donde el terremoto y las posteriores lluvias han arrasado las viviendas, dejando a miles de personas sin casa.

Llueve sobre mojado

Las carreteras están, en gran medida, intransitables y el personal de ActionAid teme que las inundaciones agraven la situación, vulnerabilizando aún más a las personas afectadas.

Esto ha llegado en un momento en que la población de Afganistán ya enfrentaba una crisis de hambre, con casi 20 millones de afganos padeciendo hambruna aguda. Junto con la falta de infraestructura sanitaria, el terremoto tiene el potencial de tener consecuencias devastadoras.

Sudipta Kumar, directora país de ActionAid Afganistán, cuenta:

“Este terremoto mortal ha destruido viviendas e infraestructuras en algunas de las comunidades más vulnerables y marginadas de Afganistán. Debido a que ocurrió en plena noche, la mayoría de la gente estaba durmiendo en sus casas. Lamentablemente, esperamos que el número de muertos siga aumentando».

“La situación sobre el terreno es realmente terrible. La gente ha perdido todo lo que poseía y sus casas están dañadas. Viven en la calle, sin agua potable y luchan por alimentar a sus hijos. Al mismo tiempo, lloran a sus amigos y familiares desaparecidos. Las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas mayores son las más afectados. Las consecuencias de este terremoto podrían empujar a las familias aún más hacia la pobreza y el hambre”.

Se necesita urgentemente comida, refugio, asistencia médica y agua, saneamiento y artículos de higiene. ActionAid trabaja en el terreno, en las zonas afectadas, para satisfacer las necesidades inmediatas. A corto plazo, se suministrará alimentos y agua y estamos evaluando qué apoyo se necesitará a largo plazo, incluidas  transferencias de efectivo.