Cecilia Carballo, nueva vicepresidenta de Alianza por la Solidaridad

Cecilia estudió Ciencias Políticas y de la Administración y Relaciones Internacionales.

En estos momentos trabaja para el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid en temas de economía sostenible y empleo verde. Es Presidenta de la Fundación EQUO y miembro de la Junta de Gobierno de la CONGDE. He sido Directora Ejecutiva de la Fundación IPADE y Administradora de Servicios Técnicos para el Desarrollo. A lo largo de su vida profesional ha desarrollado consultorías para el PNUD, el MAEC, la AECID, algunas ONGD y la Universidad. Ha presidido el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa (OBRSC) y la Comisión de Seguimiento del Código de Conducta (CONGDE); cuando sus obligaciones se lo permiten, asume tareas de docencia en diferentes cursos de postgrado sobre desarrollo.

«Supongo que a pesar de lo que le pueda parecer a la mayoría, Alianza por la Solidaridad es un proyecto de largo recorrido. Nadie pensó que fuera fácil y lo real es que el presente nos ha demostrado que estábamos en lo cierto. La crisis y el desmantelamiento de las políticas públicas han venido a complicar un escenario difícil de partida. 

La clave de un proyecto de igualdad y desarrollo en el futuro, como pretende construir Aps, estriba en el trabajo y la conquista de nuevos espacios. Estriba en entender que el mundo ha cambiado tanto que la mayor parte de las soluciones a los problemas de hace una década no son suficientes para abordar los retos que las sociedades contemporáneas tenemos por delante. 

La actual coyuntura, pone de manifiesto el hueco existente entre el Estado y el  mercado. Las organizaciones de la sociedad civil estamos llamadas a trabajar y ocupar esos espacios; bien por ausencia de otros; bien, por que efectivamente estamos convencidas de que la democracia en España y fuera de ella se construye y se mantiene entre todos y todas, y eso exige esfuerzo. 

Entre el estado y el mercado estamos la sociedad, los individuos y las organizaciones sociales, somos y seremos parte de esas políticas de cambio pero no como sujeto pasivo. Es imperativo, defender un desarrollo anclado en la sostenibilidad y la igualdad ajustado y exigente con las condiciones de cada país. 

Apostar por estos procesos de cambio en España me parece tan apasionante y necesario como fuera de nuestras fronteras. Estamos en un proyecto en construcción, nos esperan unos años cruciales y no exentos de complejidades, pero intentarlo me merece la pena».

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