A lo largo de la historia, migrar ha sido sinónimo de valentía y determinación. Sin embargo, el viaje no es fácil: barreras, violencia, discriminación y violaciones de los derechos humanos. Las mujeres migrantes, por el hecho de serlo, deben hacer frente a discriminaciones e injusticias específicas, tanto en sus países de origen, como en el trayecto migratorio y tras su llegada a España. Sin embargo, y pese a las dramáticas situaciones que saben que deberán enfrentar, muchas de estas mujeres deciden realizar el viaje.

Las personas migrantes, y especialmente las mujeres, son extremadamente vulnerables. Lo vemos cada día en los naufragios de las pateras, en la violencia en las fronteras, en las graves heridas que se producen contra las concertinas, en las deportaciones “en caliente” , en las separaciones familiares forzosas, en las denegaciones sistemáticas de peticiones de refugio y asilo…

Pero, si consiguen llegar a su destino, la carrera de obstáculos continúa. De nuevo las barreras sociales, legales, burocráticas, … son interminables. El profundo malestar psicológico que genera esta situación deteriora gravemente su salud física y mental, perpetuando unos ciclos perversos de exclusión y marginalización social.

Algunos datos:

2021

es el año más mortífero para las personas migrantes en las rutas hacia España. Organización Internacional de Migraciones.

600.000

personas en situación irregular viven y trabajan en España aproximadamente.

1.500

millones de € se estima que se ingresarían gracias a la regularización. Informe PorCausa.org.

Algo tan sencillo y un derecho tan básico como el registro en el lugar donde vives, el empadronamiento les es negado en muchos ayuntamientos. Sin esa llave, no pueden abrir la puerta de un proceso aún más complejo como es el de la regularización. Muchas personas acaban viéndose obligadas a pagar por el empadronamiento y por un contrato de trabajo, lo que las expone mucho más a los abusos y chantajes. 

Sin esa regularización, las mujeres migrantes se enfrentan a continuas vulneraciones y violencias, ante una falta de reconocimientos de derechos y protección: explotación laboral, violencias machistas y acoso sexual en el ámbito laboral, racismo social e institucional, irregularidad administrativa que supone la negación de derechos (sanidad, reagrupación familiar, educación, etc.) y de participación, son algunas de ellas. 

¡No es una cuestión de papeles, es justicia social!

¿Cuáles son los obstáculos?

  • Violencia estructural. Aprovechándose de la situación administrativa irregular de muchas mujeres migrantes, ocupan los puestos laborales en las posiciones más precarios y menos reconocidos como el de las trabajadoras de hogar y cuidados, en los que sufren explotación y violencias como el acoso sexual. 
  • Violencia institucional. La actual Ley de Extranjería no da acceso a derechos a las personas migrantes, que caen en situación irregular. Además, se vale de una serie de dispositivos de control y medidas represoras como las identificaciones por perfil étnico racial, los CIE o las órdenes de expulsión para generar miedo y desconfianza hacia las instituciones.
  • Violencia machista. Que se cruza con el racismo que sufren las mujeres migrantes, que al ser víctimas de violencia de género y denunciar corren el riesgo de ser expulsadas. Esta situación es especialmente grave en el caso de las mujeres negroafricanas. El “racimachismo” representa un claro ejemplo de las tensiones entre la Ley Integral contra la Violencia de Género y la Ley de Extranjería. 

¿Y las soluciones?

El movimiento #RegularizacionYa, el cuál apoyamos, liderado por personas migrantes y antirracistas, ha puesto en la agenda política y mediática la necesidad de regularizar a las más de 600.000 mil personas en situación irregular que viven en el país. Estando además, en una situación tan excepcional como es una pandemia, estas personas son uno de los colectivos más golpeados incrementando el riesgo de exclusión social. 

La regularización supondría un gran cambio en materia de derechos: 

  • Acabaría con la invisibilidad de muchas de las mujeres migrantes.
  • Reduciría su situación de vulnerabilidad y explotación, así como el riesgo de sufrir abusos.
  • Posibilitaría el acceso a mejores condiciones laborales.
  • Ampliaría los derechos en ámbitos como vivienda, sanidad, medidas como el reagrupamiento familiar, etc.

Actuamos

Andalucía: Vecinas, vivas donde vivas

El empadronamiento es un deber y un derecho. No obstante, las personas que habitan los asentamientos de los municipios de Palos de la Frontera y Atochares, en Níjar, están encontrando trabas para realizar este procedimiento público y gratuito, lo que trae graves consecuencias para ellas.

Pedimos a los ayuntamientos de Palos de la Frontera, en Huelva, y a Níjar, en Almería, en concreto, y en consecuencia a todos los consistorios en el Estado español, que cumplan con la Ley 39/2015, de 1 de octubre y empadronen a las personas migrantes independientemente de donde vivan.

Extremadura: Sobrevivir a la burocracia

Regularizar una situación, a dónde ir, qué papeles llevar… este proceso es muy complicado. Imagínate si no sabes el idioma o eres nueva en la ciudad… ¿Cómo saber qué recursos tienes y no morir en el intento?

En Extremadura hemos puesto en marcha una nueva web para apoyar a las personas migrantes en Mérida. Una herramienta online con información y recursos útiles en varios idiomas para sobrevivir a la burocracia y los trámites.

Valencia: #NoSomosUnCasoAislado


#NoSomosUnCasoAislado nace a partir de un proceso audiovisual participativo de 15 mujeres de diferentes orígenes que residen en València y que han querido expresar con imágenes y textos las diferentes violencias, resistencias y aspiraciones que las atraviesan como mujeres migrantes.

Las protagonistas ponen el foco en la precariedad laboral, los estereotipos, las violencias institucionales y el racismo, todo ello como sujetos políticos que ven sus derechos vulnerados. Una oportunidad de aprendizaje y escucha para entender que desmontar el racismo estructural es una responsabilidad de la sociedad mayoritaria.

Canarias: Aliadas para tejer redes


ALIADAS: Mujeres migrantes con voz, surge de unos encuentros de mujeres de diversas nacionalidades en Gran Canaria con el fin de crear un espacio colectivo en el que poder confluir y dialogar, debatir, sensibilizar y concienciar sobre nuestras realidades.

El objetivo es poner la mirada en las reflexiones y propuestas en torno a la participación de las mujeres migrantes en la isla desde sus propias experiencias. Como resultado, se ha podido generar un espacio de diálogo con las instituciones y visibilizar la importancia de los procesos participativos. Esto pretende fomentar una cultura democrática e incidencia política.