La atención a mujeres supervivientes de violencia de género llega a zonas más remotas en Cisjordania de la mano de AEXCID (Junta de Extremadura) y Alianza por la Solidaridad

Más de 4.000 personas, un 94,5% de ellas mujeres, se han beneficiado de un proyecto de ayuda humanitaria para mejorar la protección de las mujeres más vulnerables de Área C en Cisjordania (Territorio Palestino Ocupado)

El proyecto, financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación (AEXCID) ha impulsado la creación de brigadas móviles para ofrecer servicios de salud sexual y reproductiva y atención en materia de violencia de género en localidades con dificultades de acceso.

Este proyecto, del que son socias Women´s Affairs Technical Committees, ha beneficiado a 4.191 personas en Cisjordania, especialmente en el Área C (bajo control israelí) que sufre constantes restricciones de movimientos personales, demoliciones de sus hogares y desplazamientos forzosos. Gracias a esta intervención, un equipo multidisciplinar de profesionales ha podido llegar a cubrir zonas aisladas de Tulkarem y Jenin, que no tenían acceso a servicios especializados de violencia de género.

En Palestina, la mayoría de los casos de violencia de género siguen sin ser registrados, como consecuencia del aislamiento de algunas de las comunidades asentadas en zona C y sus dificultades para acceder a los servicios de salud y jurídicos especializados. Por ello, el proyecto ha contribuido a reforzar la protección de las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad de Tulkaren y Jenin, a través de la prestación de servicios multisectoriales (salud, atención psicológica y atención legal)  y de la sensibilización a través de las Organizaciones Comunitarias de Base (OCB) contra la violencia de género y a favor de los derechos de las mujeres.

foto 1 proyecto aexcid

Además, hemos complementado estos servicios con campañas de sensibilización y actividades como el dibujo de murales en las paredes de los campamentos de personas refugiadas en Jenin y Tulkarem o  la celebración de carreras populares para mujeres y niñas, especialmente en las localidades más conservadoras. Estas carreras, no solo han generado conciencia entre la población sobre la violencia de género, sino que ha sido para ellas ha sido “una experiencia muy enriquecedora al poder correr por las calles de manera libre, y elevar sus voces sin miedo contra la violencia contra las mujeres” ha declarado nuestra compañera Paula Herranz, trabajadora de Alianza por la Solidaridad en Palestina y experta en género,  “Esta es una estrategia para trabajar el cuerpo como espacio de paz, y manifestar emociones de libertad, aceptación de sus cuerpos y sororidad” subrayaba Herranz.

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