Hace un año Sira Sane, residente en Bricama Ba, un pueblo gambiano fronterizo con Senegal, cocinaba con tres piedras. En forma de triángulo refugiaban en su interior la leña y sujetaban en lo alto la cacerola donde hervía el arroz o el mijo, la carne, el pescado y las salsas con las que suelen acompañar los platos en estas tierras. Es la forma tradicional de cocinar en muchos lugares de África. Encontrar tres piedras es más fácil y barato que conseguir un hornillo o unos fogones en un lugar donde, además, la electricidad y el gas no son accesibles a toda la población. Hace un año la habitación donde Sira Sane cocinaba se llenaba de humo, afectando a su salud y a la de su hijo de 6 años. Gastaba más leña y temía porque el pequeño, correteando de un lado para otro, se quemara con las brasas.