En 1994 en la Conferencia de El Cairo, 179 países suscribieron un Plan de Acción a 20 años que estableció una serie de objetivos a alcanzar y se distinguió por su abordaje holístico y transformador del tema de población en su vínculo con el desarrollo humano, la protección del medio ambiente, la erradicación de la pobreza y la violencia, el mejoramiento de la condición de la mujer, la defensa de la salud integral y de la salud sexual y reproductiva en particular, incluyendo el abordaje del aborto inseguro, las necesidades de adolescentes, la prevención del VIH/SIDA, entre muchos otros aspectos. Priorizó el bienestar individual y colectivo, la igualdad y equidad entre los géneros, y el respeto pleno a los derechos reproductivos como derechos humanos.

Pronunciamiento: Las acciones que necesitamos para el futuro que queremos – Alerta roja de la sociedad civil

Hoy, 20 años después, esta agenda sigue más viva que nunca y es lo que las organizaciones de sociedad civil, organizaciones feministas, de jóvenes  y algunos gobiernos quieren sacar adelante en este espacio de revisión.  La agenda de Cairo no ha llegado a su fin y no se puede retroceder en lo avanzado. No ha llegado a su fin porque aun reconociendo los avances dados en cuanto a reconocimiento de derechos, en cuanto a sexualidad y reproducción, todavía hoy a nivel mundial miles de mujeres sufren en sus cuerpos las secuelas de normas restrictivas y fundamentalistas que impiden ejercer de forma plena sus derechos.

Algunos datos a destacar para realmente preocuparnos son:

• 222 millones de mujeres en el mundo tienen una necesidad insatisfecha de planificación familiar
• Cada año, 60 millones de niñas son violadas sexualmente.
• Cada año 47.000 mujeres en el mundo mueren por abortos inseguros. Casi la mitad de estas muertes son de mujeres menores de 25 años.
• 76 países todavía criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo.
• La Violencia contra las mujeres afecta a 1 de cada 3 mujeres a nivel mundial.

Por eso, esta semana es decisiva para que los gobiernos realmente apuesten por el cumplimiento pleno de los derechos humanos para todas y todos. Derechos humanos que incluyan nuestros derechos sexuales y derechos reproductivos, TAMBIÉN Y SOBRE TODO PARA LAS MUJERES.

Para posicionar esta agenda ya se cuentan con documentos previos favorables, como es el Consenso de Montevideo que supuso un avance en el reconocimiento de los derechos sexuales y derechos reproductivos y garantía de NO violencia contra las mujeres. Esperemos que la apuesta sea por estos avances, sin miedo a las opiniones de los sectores y países conservadores, que bajo los paradigmas de  protección a la familia, respeto cultural y soberanía estatal incumplen con los acuerdos internacionales de derechos humanos, negociando y poniendo en riesgo la vida de miles de mujeres.

Por eso es preciso que todas y todos mantengamos viva esta agenda y la posicionemos en nuestros países exigiendo:

• El ejercicio pleno sin discriminación alguna de nuestros derechos sexuales y derechos reproductivos.
• Acceso a métodos anticonceptivos.
• Servicios de salud sexual y salud reproductiva de calidad, gratuitos y de libre acceso.
• Aborto seguro, libre y gratuito.
• Educación sexual e información veraz, completa y laica sobre sexualidad para todas y todos, para que podamos tomar decisiones de manera libre, autónoma e informada.
• Políticas y presupuestos que garanticen a las mujeres sus derechos sexuales, derechos reproductivos y a vivir libre de violencia.

Después de la revisión de Cairo, en el 2015 se revisan los ODM y es fundamental que estas demandas se posicionen en la nueva agenda de desarrollo, solicitando objetivos de desarrollo específicos de género y que se construyan en base al reconocimiento de los derechos humanos, incluyendo derechos sexuales y derechos reproductivos y de justicia.