#RompiendoRumoresRacistas: “Trabajar de interna es un chollo”

En España casi 700 mil personas trabajan en el servicio doméstico. Es un sector feminizado (el 90% son mujeres) donde la mayoría son migrantes. Según datos de la OIM para el año 2015, la primera ocupación de las mujeres migrantes sigue siendo el servicio doméstico, convirtiendo a España en el país de Europa con mayor número de trabajadoras de hogar.

Este ámbito laboral cuenta con una gran precariedad y desprotección normativa, está invisibilizado y además infravalorado, viéndose reflejado en sus condiciones laborales y salariales. Quienes trabajan en este sector no tienen por ejemplo derecho a la prestación por desempleo, no cuentan con inspecciones de trabajo que permitan controlar las condiciones en las que trabajan, viéndose expuestas a abusos y arbitrariedades.

En los meses de noviembre y enero pasados desde Alianza por la Solidaridad se realizaron talleres en torno a situaciones como el racismo, xenofobia, islamofobia y comunicación, dinamizados por SOS Racismo Madrid con el objetivo de desmontar los prejuicios y estereotipos que se construyen en torno a las personas migrantes. Estas jornadas se desarrollaron en el marco del proyecto que llevamos a cabo con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid: “Mujeres Migrantes y Derechos Humanos: Intercambiando, tejiendo redes y fortaleciendo el ejercicio de sus derechos”.

La finalidad es fomentar la implicación de la ciudadanía en la lucha contra el racismo a través de la formación de agentes antirrumores que sepan hacer frente a los estereotipos y prejuicios con los que se relacionan a las personas migrantes. Para ello se reflexionó con distintos colectivos y espacios como el Servicio de Convivencia, Casa Colombia, Alto Consejo Maliense, SEDOAC (Servicio Doméstico Activo), Provivienda, entre otros, en torno al racismo entendido como una problemática estructural que va más allá de actitudes racistas individuales, sino que se analizó como un sistema de opresión que se expresa de distintas maneras y que afecta los diferentes ámbitos de la vida de una persona migrante y/o racializada: laboral, educativo, sanitario, etc.

Resultado de estos talleres es el vídeo en el que la protagonista es Delia, tesorera de SEDOAC donde desmonta el prejuicio: “Trabajar de interna es un chollo”. Las mujeres que trabajan en este régimen en muchos casos sufren abusos por parte de sus empleadores que se aprovechan de la necesidad de empleo, expuestas a distintas violencias como el acoso sexual, racista, amenazas de ser despedidas o llamar a la policía cuando no tienen documentación. Y es que, si se encuentran en situación administrativa irregular, “sin papeles”, se enfrentan a las dificultades propias de la Ley de Extranjería que les obliga a estar tres años en esta situación para que puedan regularizarla a través del complejo proceso de arraigo.

Es por ello por lo que distintos colectivos como el de SEDOAC se organizan para visibilizar su realidad como trabajadoras de hogar y cuidados y exigir la ratificación del Convenio 189 de la OIT que supondría la equiparación de derechos con cualquier otra trabajadora o trabajador y así tener unas condiciones salariales y laborales dignas y con plenos derechos desde la reivindicación que hacen como sujetos políticos.

 

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