El impacto del cambio climático en Kolda, Senegal
Senegal se ha visto, como otros países del Sahel, afectado por el cambio climático desde hace décadas. Estos efectos se caracterizan por un alto grado de variabilidad en las precipitaciones. Esto se traduce en varios años consecutivos de sequía alternados con años de fuertes lluvias, lo que conduce a inundaciones, olas de calor y lluvias fuera de temporada.
La región de Kolda, en el sur de Senegal, y en donde se centra la intervención de Alianza y su socio Foro para el Desarrollo Sostenible Endógeno (FODDE), se ha visto fuertemente afectada por este fenómeno de inestabilidad en las precipitaciones. En la década de los 70, la sequía golpeó a Senegal, lo que aceleró la desertificación del centro del país, área principal de producción del cacachuete (la llamada cuenca del cacahuete). La disminución de las precipitaciones empobreció a las poblaciones de dicha región, que se han visto obligadas a migrar a la parte norte de la región de Kolda (Medina Yoro Foulah) en busca de tierras vírgenes y con mayores precipitaciones.
Así, esta zona del norte tradicionalmente ocupada por un sistema de producción agro-pastoril (combinación de cría de animales y agricultura), tuvo que convivir con las nuevas poblaciones que se asentaron trayendo consigo un modo de producción agrícola catastrófico para el medio ambiente. Las poblaciones de migrantes han talado grandes extensiones de bosque para continuar con el cultivo de cacahuetes. Las tierras de la región de Kola son frágiles y se degradan rápidamente si se explotan con equipos agrícolas inadecuados. Ante la disminución en el rendimiento de las granjas familiares, los agricultores locales recurrieron a la tala masiva de nuevas tierras en el bosque y al uso anárquico de fertilizantes químicos y pesticidas. Todo esto ha provocado la desnaturalización del ecosistema de esta zona, que alberga las últimas reservas forestales de Senegal.
El trabajo de Alianza en Senegal
En este contexto, Alianza por la Solidaridad y su socio local FODDE han trabajado para desarrollar soluciones más sostenibles y de adaptación al cambio climático, centradas en tres áreas:
- La mejora de la planificación espacial a través del desarrollo de un Plan de Desarrollo de Espacios Transfronterizos (PAGET), que consiste acompañar a las poblaciones locales durante la realización de un diagnóstico de su espacio físico, ambiental y social con el objetivo de que elaboren un mapeo de sus tierras para distribuir, de forma consensuada, los espacios para distintos usos y desarrollen un código de conducta para cumplir con el plan de desarrollo.
- La promoción de la agroecología como sistema de producción. Numerosas zonas de producción hortícolas repartidas por docenas de aldeas sirvieron como escuelas de capacitación para la formación de productores en prácticas agroecológicas (producción y uso de fertilizantes naturales, protección natural de cultivos, asociaciones de plantas, reforestación …).
- Eficiencia energética: la principal fuente de energía doméstica para las poblaciones de esta zona es la madera, hecho que acentúa la deforestación. En este contexto, Alianza y FODDE lanzaron un proyecto para promover cocinas mejoradas que usan tres veces menos de madera. Además, el uso de energía solar se ha generalizado para motorizar los pozos que se utilizan para irrigar las producciones hortícolas.
Este modelo de respuesta al cambio climático no es ni mucho menos una panacea, pero hace que las personas sean conscientes del problema al promover una actitud de cambio y responsabilidad, que si bien no va a conseguir revertir los efectos del cambio climático, ayudará a mitigarlos.
Seydou WANE, secretario ejecutivo de FODDE
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