Distribución de ayuda para evitar la desnutrición en niños y niñas en Gaza

Nada que celebrar por Eid al-Fitr en Gaza: “Los niños muestran claros signos de desnutrición»

Este año no habrá celebraciones para conmemorar Eid al-Fitr en Gaza, ya que en lugar de dar la bienvenida al final del mes de Ramadán con música, regalos y dulces, la gente lucha por sobrevivir en medio de bombardeos casi constantes y una grave falta de alimentos y agua.   

Durante el Eid, lo normal era visitar a familiares y amigos, vestir ropa nueva y preparar dulces como Ma’amoul, pero hoy las personas en Gaza ni siquiera tendrán lo esencial para comer, mientras que muchas de las mezquitas, parques y edificios históricos que la gente habría visitado son escombros.

En Cisjordania, y en muchas comunidades musulmanas de todo el mundo, las celebraciones se cancelarán o silenciarán en solidaridad con Gaza, donde, tras seis meses de bombardeos, el número de muertos ha superado los 33.000 y la hambruna es inminente, con niños y niñas que ya están muriendo de desnutrición y deshidratación.

“Los niños muestran claros signos de desnutrición»

Ishaaq*, desplazado al sur de Gaza con su familia, dice que a veces ha pasado dos días enteros sin comer nada, pero que los niños son los que más sufren.

«Es una situación muy difícil con respecto a la alimentación. Es insoportable e increíblemente duro. Como adultos, tratamos de arreglárnoslas con poca comida para llenar nuestros estómagos. Pero los niños… Esta comida no es suficiente para los niños que están creciendo. ¡Es horrible! Miro a los ojos de estos niños… y me llena el corazón de tristeza. La forma en que ven la comida, como si fuera un milagro. Los niños muestran claros signos de desnutrición y sufren de diarrea. Su condición es clara para cualquiera que se preocupe en mirar. A medida que pasan los días y la guerra continúa, la comida es más escasa».

Amani*, de 29 años, cuya familia de cinco miembros vive en una pequeña tienda de campaña, dice que no tiene nada para alimentar a su bebé de seis meses y que sus hijos mayores, de 12 y 9 años, tienen problemas de salud debido a la falta de alimentos y las malas condiciones.

«Mi bebé necesita comida. Necesita leche de fórmula y comida para bebés, pero no puedo dársela… Mi bebé se enfermó y sufrimos picaduras de insectos. Nuestra tienda es pequeña. Apenas entramos los cinco. Mi hijo de nueve años sufrió un catarro intestinal. Y mi hijo mayor sufre calambres abdominales constantes, y los médicos pensaron que tenía ictericia… Esto se debe a la falta de alimentos y a las condiciones en las que vivimos».

 

Situación catastrófica en Gaza

Además, estamos profundamente alarmadas por la perspectiva de una invasión terrestre total de Rafah, donde se refugian más de un millón de personas. No hay duda: la escalada de ataques en una zona tan densamente superpoblada provocaría un gran número de muertes y tendría consecuencias desastrosas para las imposibles operaciones de ayuda de Gaza, ya que Rafah alberga el principal centro de distribución de ayuda. A pesar de las noticias de que se abrirá el cruce de Erez y el puerto de Ashdod, la ayuda sigue sin entrar en Gaza a la escala necesaria para mantener a raya el hambre y la hambruna. 

Los líderes mundiales deben hacer todo lo que esté en su mano para disuadir a las autoridades israelíes de llevar a cabo una invasión y desplazar por la fuerza a las personas refugiadas en Rafah, la mayoría de las cuales ya han sido desplazadas varias veces en los últimos seis meses.

Nuestra socia en Gaza, WEFAQ, continúa distribuyendo comida caliente y frutas y verduras frescas a las familias desplazadas. Hasta el momento, hemos podido dar asistencia alimentaria a más de 5.600 personas desplazadas en la zona de Rafah (Gaza) y más de 2.000 prendas de invierno para menores y mujeres. También hemos entregado kits de alimentos y de higiene a 570 familias y prestado apoyo psicosocial diario a mujeres y jóvenes a través de una línea atendida por trabajadoras sociales y expertas en violencia de género.