Un grifo, el primer paso para el Derecho Humano al Agua
El agua manando del grifo es solamente el primer paso. Después de toda una vida yendo a por agua lejos del hogar, la instalación de ese artilugio enganchado a una tubería no es el final del trabajo, sino el comienzo de un proceso mantendrá ese sueño vivo mucho tiempo. Nos lo cuenta así Yolanda Malpartida, representante de Alianza por la Solidaridad en Nicaragua, un país en el que esta organización lleva muchos años trabajando por las personas y el medio ambiente.
El pasado día 17 de abril, Alianza inauguró tres proyectos de agua en el norte del departamento de Chinandega, que han sido posible con el apoyo de la AECID, las autoridades locales y, sobre todo, la gente de las comunidades. Y es que son los habitantes de Chinandega quienes, organizados en Comités de Agua Potable, serán los responsables de la gestión de estos sistemas. Ya en el Día Mundial del Agua, Heriberta y su comunidad lo pudieron celebrar con agua potable en sus casas, después de 70 años llevándola sobre la cabeza tras caminar varios kilómetros.
Son campesinos y campesinas que tienen que aprender a llevar la contabilidad, a cobrar las facturas para, a su vez, pagar la electricidad que hace posible el bombeo del agua, que deberán concienciar sobre el buen uso del agua para que, ahora que abrir el grifo es fácil, no se desperdicie este recurso, incluso en los seis meses en los que no cae del cielo una gota que alimente los manantiales. Algunos de ellos tendrán, además, que formarse en fontanería y en el manejo del sistema eléctrico para arreglar las averías que surjan con el tiempo.
La amenaza de la deforestación y contaminación
El día de la inauguración fue un día de fiesta, en el que en Chinandenga vivió ese deseo largamente añorado de tener agua potable en cada una de sus casas. Y como de agua se trata, no se puede garantizar sin que también se haga un buen manejo de los recursos naturales. La comunidad en su conjunto tendrá ahora que velar para que no avance la deforestación, que acaba con los árboles e impide que los mantos acuíferos se recarguen, causando inundaciones.
Tendrá que estar muy atenta a la contaminación de las fuentes de agua, que en la zona se produce debido al abuso de agroquímicos y pesticidas, sobre todo de los terratenientes y las empresas de agroalimentación. Tendrá que vigilar la actividad minera, de la que se extrae el oro en pequeñas cantidades, porque el mercurio que se usa acaba en los ríos y las fuentes que alimentan los pozos de donde llega el agua a las viviendas. Cuidar la Tierra, que hoy homenajeamos con un Día Mundial, para que los grifos no se sequen, para no enfermar y seguir adelante.
Es un camino en el que Alianza por la Solidaridad seguirá acompañando a estas comunidades nicaragüenses que ahora quieren hacer valer su Derecho Humano al Agua, y les apoyará para concienciar al Gobierno y a las autoridades locales de que es necesario regular las prácticas agrícolas y de las industrias extractivas que ponen en peligro la vida. Y también trabajará con ellas para que esas mismas autoridades se conviertan en las garantes de que el Derecho Humano al Agua de toda la población.
El viernes inauguramos tres sistemas, fruto del esfuerzo y el trabajo de muchos años y de mucha gente. Ahora empieza otra tarea, y Alianza por la Solidaridad estará ahí, en este proceso poniendo su esfuerzo y su grano de arena para hacerlo posible.
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