Ser joven nunca es fácil, pero en un contexto de crisis es más que un desafío. En todo el mundo, mujeres y hombres jóvenes, niñas y niños se ven afectados por las consecuencias de catástrofes, conflictos, desplazamientos forzosos y otras emergencias. Ucrania no es una excepción.

Por ello, hoy, día de la juventud, manifestamos nuestra profunda preocupación por los estragos que el conflicto de Ucrania está causando en el bienestar físico, emocional y social de toda una generación.

“Algunos de los problemas no son realmente nuevos, simplemente han empeorado. Los jóvenes rara vez son escuchados por los adultos, por la gente, por quienes tienen poder. Cuando hay guerra y las familias tienen que moverse, se cree que hay cosas muy banales sobre ser joven. El espacio para la familia se reduce, lo que significa para jóvenes y adolescentes que tienen aún menos espacio», cuenta Yuliya Liubych, coordinadora de educación de STAN (Ucrania).

Con todo, desde el comienzo de la invasión en Ucrania, las y los jóvenes y las organizaciones que lideran han sido las primeras en responder. Se han movilizado rápidamente y han participado en la respuesta humanitaria dentro de Ucrania y en los países vecinos.

“La juventud tiene el poder de reaccionar muy rápido. Destaco la solidaridad que he visto entre nuestra comunidad local de jóvenes pero también la de los jóvenes refugiados, que venían a Rumanía y estaban dispuestos a ayudar a sus connacionales”, afirma Nadia Tismanaru, jefa de programas de FITT (Rumanía).

Ellas y ellos están liderando la respuesta y apoyando a las personas refugiadas y desplazadas. Lo hacen en lo referente a alojamiento temporal, asistencia social y psicológica, creación de lugares seguros donde relacionarse con las comunidades que les acogen, apoyo educativo y actividades de ocio, entre otras muchas cosas.

¿Cómo estamos apoyando estos esfuerzos?

La Plataforma Global es una red de ActionAid para el activismo liderado por jóvenes. A través de ella, apoyamos a movimientos, redes juveniles, organizaciones y personas que promueven un cambio social, político y económico progresista en todo el mundo. En lo que respecta a la labor humanitaria, nuestro enfoque se centra en el traspaso del poder, la rendición de cuentas a las poblaciones afectadas y el liderazgo de las mujeres y los jóvenes.

Queremos apoyar su trabajo, pero no solo. Los y las jóvenes ucranianas, refugiadas de otras nacionalidades y jóvenes de las comunidades de acogida -especialmente, las mujeres jóvenes y los grupos marginados- deben ser reconocidos como líderes y tener acceso e influencia en los procesos de toma de decisiones, especialmente en aquellos que les afectan directamente. “Trabajar para ellos, con ellos”.

«Creo que nosotros, los jóvenes, hacemos oír nuestra voz a veces, pero no siento que haya alguien que la entienda. O que tenga intención de entenderla. Que escuche activamente lo que decimos. Esto no es nuevo. Estamos hablando de financiación básica, confianza en los jóvenes, trabajo juvenil y liderazgo de las mujeres. Se ha avanzado poco o nada. Así que creo que ni siquiera he visto la voluntad de apoyar y hacer algo con respecto a las cosas que estamos diciendo», sentencia Bianca Boroto, vicepresidenta de la organización DEIS (Rumanía).

Los jóvenes son paladines de la acción humanitaria y la justicia social y medioambiental en sus comunidades y en una red mundial más amplia de iguales. Están dispuestos a participar, a hablar y a avanzar. Tienen mucho que decir sobre la reconstrucción, sobre la consolidación de la paz y sobre su propio futuro. Debemos contribuir a que su voz se oiga más fuerte.

«Porque creo que eso es lo que debemos hacer: compartir con mucha más gente la experiencia y compartir las historias de las increíbles jóvenes que trabajan en Ucrania ahora mismo. Porque es injusto que no sean visibles», declara Daria Chekalova, directora adjunta de Girls (Ucrania).

En la respuesta humanitaria en Ucrania, desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid estamos colaborando estrechamente con organizaciones dirigidas por jóvenes, como las mencionadas anteriormente, en Ucrania, Rumanía y Polonia, para responder a la emergencia.